Hoy les voy a compartir un cuento que hice hace unos años atrás. Es un cuento y dice así:
Érase una vez, un pobre que vivía con una familia. Aquel día aquel pobre necesitaba conseguir algo para que su familia comiera. Lo único cerca que había de él era una panadería. A la panadería solo le quedaba un pan grande. El pobre al preguntar el precio de este pan, el panadero le dijo un precio que para el pobre lo encontraba algo caro. Pero el pobre se enojó y se enfureció, si que tomó el pan, lo arrojó al suelo y lo piso varias veces. Fue entonces que el pobre se dio cuenta que por su enojo arruinó lo único que tenía para que su familia comiera. El pobre igual lo iba a poder comprar, pero por quererlo más barato arruinó con furia el último pan.
Y la moraleja de este cuento es: Nunca arruines, destruyas ni desperdicies lo que necesitas, porque lo vas a necesitar.
Espero que les enseñe a cuidar más las cosas y no a destruir cosas que necesitan por enojo.
Sería todo por ahora, nos leemos en la próxima publicación.
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